27 de enero de 2015

Correr a pelo.


Hoy, primer día de retomar propósitos y ser fiel a una misma y sus declaraciones de intenciones...me he plantado como una campeona en mi recorrido habitual y calentando me he repetido mis objetivos.

Quería volver a sentirme bien corriendo, sin pensar en tiempos, ni distancias, ni nada. 

Sólo correr. Ni series, ni fartlek, ni progresivas... Ni running.

Y parece que el universo me ha escuchado porque al tratar de iniciar mi app para correr no respondía. "La aplicación se ha cerrado"

Inmediatamente un respiro... no tenía ningunas ganas de ver lo mucho que he perdido estos días sin salir, no quería ver todo lo que tenía que avanzar de nuevo.

Lista nueva de reproducción y atardecer de película, en serio, de ciencia ficción cuando se acaba el mundo. Ese atardecer, hoy, para mí sola. Gracias a quien corresponda.

Y me he venido arriba, sin presión, sin pensar en tiempos ni distancias, hoy he disfrutado como una enana y me he reconciliado con mis ratitos de correr.

Hoy he recorrido mis casi 7km en el mismo tiempo que antes del parón.
Y estoy segura que ha sido porque no estaba pendiente ni de la app, ni del pulsómetro... sólo de disfrutar.

Hoy estoy contenta y relajada, como cuando sabes que has hecho un buen trabajo y por eso hoy mi post es corto y un poco cursi, porque no tengo más que decir... ni justificaciones, ni aprendizajes sobre cosas en realidad a veces sobran, ni reflexiones... 

Ha sido como el gran Chema Martínez dice siempre #NoPiensesCorre.


¿Y sabéis qué? Hoy tampoco hay fotos en la entrada, leamos sin necesidad de apoyo visual, es bueno para liberar la mente también. Además no tengo ganas de buscar fotos acordes al texto, para qué mentir.

En compensación os dejo la canción que ha hecho que me mueva como si no hubiera ayer (sé que se dice "como si no hubiera mañana" pero me gusta más así, es más radical).

Cuidadito que es para mayores ;) No apto para fans de Alex Ubago.

¿Vosotros corréis pendientes de los tiempos o salís a veces sin nada?

¡¡VAMOS!!

24 de enero de 2015

Anemia, resfriado y lesiones ficticias

Desde que volví de mi exilio navideño, al cual partí con mil motivaciones y planes para este 2015 ser la mejor versión de mí misma, se han ido sumando pequeñas piedrecitas en mi zapato que he dejado que me impidieran avanzar.


Vamos a ser honestos. 

Los 24 días que llevamos de 2015 están siendo alucinantes, están pasando mil cosas a mi alrededor que no vienen a cuento pero me emocionan y algunas os las iré contando porque tienen relación con mi nueva versión corredora y deportista.

Entonces ¿qué ha pasado? Que cuando han surgido esas piedrecitas en los zapatos, en vez de parar a ver qué era y seguir mi camino las he ido dejando porque tenía la cabeza en otro lado... y 20 días sin correr que se dice pronto.



Estas han sido mis piedrecitas:

- Resfriado. Tuve un buen resfriado y se me ocurrió que no era excusa para no ir a correr. Aunque estuve mareadilla los primeros días y sí que no fui. Cuando ya me encontraba un poco mejor no tuve otra idea que salir e intentar correr como siempre, incluso intentando mejorar un poco el ritmo. Creía que me moría. Y he dejado que ese sea mi último recuerdo de correr...

- Lesión de rodilla ficticia. Tuve una caída importante y caí sobre mi rodilla derecha. Tuve inflamación y molestias la primera semana pero volví a correr como si nada. Pasado el mes me noto un bulto duro como el hueso.

Aquí viene la parte en la que yo dejo que esto me sirva de excusa para no ir a correr.
Mi médica empieza a divagar sobre lo que podría ser, la enfermedad de Osgood-Schlatter fue una de sus impresiones... sin comentarios.

En este punto me asusté y dejé de correr.

Consultando con el fisio familiar, resulta que es inflamación y ya. Tiene tacto duro porque el tendón rotuliano es potente pero no tiene mayor importancia. Puedo correr y he estado haciendo el moñas.

- Anemia. Si os fijáis en algunas entradas antiguas, no es novedad para mí el quedarme a medio gas y marearme, incluso no rendir como yo quiero
Después de pensar que correr sencillamente no es lo mío y querer dejarme de excusas. En la misma visita mi médica pidió análisis de sangre y tengo anemia ferropénica. Esto se soluciona con una dieta adecuada y unas pastillitas, viva el drama.

Todo esto me ha llevado a dejar el correr en segundo plano. Ha sido un proceso de dejadez semi-consciente que no puedo prolongar más y por eso escribo este post. Llevaba muy buen ritmo, muy buenos propósitos y quiero retomarlo donde lo dejé.

Y quiero dejar escrito para mí misma y para quien le pueda servir, que no pasa nada por decaer un poco si luego eres capaz de reconocerlo y reconducirlo. No pasa nada. Nadie ha muerto.


Pero es importante rescatar una cosa, como me decía el fisio "no te imagines cosas". Me hizo gracia porque tiene razón, la capacidad que tenemos para elaborar teorías cuando sale un bulto en nuestro cuerpo es de libro, para elaborar excusas más de lo mismo. Estaría bien reutilizar esa capacidad para fines más productivos ¿verdad?

¡¡VAMOS!!

10 de enero de 2015

10 cosas que ignoraba de correr

Me encantan los prejuicios. No me malinterpretéis, los prejuicios y no el acto en sí de prejuzgar o tachar a otras personas. Me gustan porque a su manera representan sátira y representan al que prejuzga también. A veces se cumplen y acabas pensando que por algo es, otras son sólo pura ignorancia.

Cuando se basan en pura ignorancia, me gusta pararme a pensar en qué momento me pareció que ese prejuicio tenía lógica y por qué. Me resulta divertido ver lo absurdo de algunos argumentos en un momento concreto.

Bien, pues como en todo, yo tenía mis prejuicios sobre correr y ahora que ya llevo un poquito más, los voy descubriendo y me parecen divertidos. Quería compartirlos con vosotros.

1. Correr más de media hora es de "Pro" (profesional). Por algún motivo que desconozco pensaba que eso de salir a correr más de 30 minutos más de 2 días por semana es que estás en super forma y eres lo más.  

2. Con el chándal viejo de ir al campo vale. Y en cierto modo es verdad. Durante un tiempo no necesité más, pero si es verdad también que una vez pruebas la ropa específica ya no quieres volver a las camisetas viejunas de las fiestas del pueblo. Por no hablar del tema calzado, tipos de pisada y lesiones... aunque a veces nos pasamos de pijos. 

3. Tus pies no serán bonitos nunca más. No es que los pies sean una parte del cuerpo bonita precisamente, pero entre ampollas, cortes y roces por las uñas mal cortadas y que sufren todo los pobres... No serán bonitos nunca más. Nadie nunca te avisa de esto. 


Podría poner una foto de la búsqueda "post marathon feet" pero si tienes inocencia en este sentido prefiero que la conserves. 

4. Una parte de tu armario se anexiona. Había decidido que correr no iba ocupar más allá del tiempo que invirtiera en ello... y por algún motivo mi armario se ha dividido en dos y la parte más ordenada, cuidada y perfectamente colocada de mi armario es la de la ropa de correr. 

5. Correr es gratis. Había decidido no gastarme un duro en esto. Lo tenía clarísimo. Mis camisetas viejunas, mis zapatillas kalenji de 13€... vamos que nos vamos. Pues no. No sólo eso sino que además me sorprendo mirando artículos de correr en cualquier tienda a la que voy, si es de ropa la línea de deporte, si es de tecnología los relojitos gps... ¡qué despropósito!


6. Correr es fácil. Siempre he creído que correr es sólo poner un pie delante del otro sin que ambos coincidan en el suelo al mismo tiempo. Cuando empecé a leer un poco más del tema para ver cómo mejorar, me entró la risa tonta: fartlek, series, core, zonas de actividad, trail, barefoot y minimalistas...

7. Te vuelves un poco friki. Tienes esos ratos en los que tu cerebro empieza a liberar las endorfinas y otras hormonas que despiertan tu mente, tu creatividad y empiezas a generar un montón de ideas y teorías extrañas. Se te ocurren cosas que de otra forma ni rozarían tu mente. 

8. Cambias como persona. Hay muchos motivos para empezar a correr pero creo que nunca nadie supo cuántos cambios produce este ejercicio cuando se planteó empezar con ello. En mi caso me he vuelto más positiva, optimista y constante. 

9. Todo el mundo corre. O casi todo el mundo. Cuando decides contar que has empezado en este tema, sorprende la cantidad de gente que lo hace o que lleva haciéndolo mucho antes que tú. Sorprende también la cantidad de gente que estaba esperando una excusa para empezar y se animan por fín. Y yo pensando que era la única de mi entorno, casi la única que no.

10. Las lesiones son para todos. Por mi ingenuidad de serie, siempre he pensado que el que se lesiona es porque no estira bien, no calienta bien o simplemente no hace buenas posturas corriendo. Hasta que no me caí hace un mes ni se me había pasado por la cabeza la lesión por caída. Y lo que me gusta de este mundillo es que cuando alguien cae, todos responden, hay como una comunidad.



¿Cuál fue vuestra revelación al empezar a correr?

¡¡¡VAMOS!!!

3 de enero de 2015

Música, mi gasolina.

¡¡Feliz 2015!!

Había pensado en otra opción para mi primer post del año, pero no me gusta anunciar los propósitos hasta que no los cumplo, una pequeña superstición.

En lugar de los propósitos os voy a hablar de la música, un componente que hace que mi vida se mueva o se paralice cuando no la tengo. Es inquietante la influencia que ejerce sobre mí. 



En mi primer post, hace ya casi 3 mesecillos os contaba cómo aborrecí una canción que hasta la fecha me hacía bailar por el hecho de asociarla a un instante de esfuerzo importante en ese momento.

Ocurre que desde que empecé a correr mi relación con la música ha cambiado. 
Hasta la fecha me interesaba por canciones cuyas letras tuvieran un significado para mí, que me hicieran sentir identificada y pudiera cantar a grito pelado mientras conduzco (si, me encanta). 


Esto ha cambiado de forma definitiva. El primer día que salí con estas canciones a correr no tiraba, por ejemplo una de mis canciones favoritas para motivarme y no había forma de avanzar con ella (Alicia Keys - Superwoman). 

Me he dado cuenta que para correr las canciones que me funcionan son las que no tienen vinculación emocional para mí, aquellas que normalmente utilizo para inspirarme no sirven, hacen que me ponga a pensar en otras cosas y mi ritmo disminuye.

Así que he tenido que reinventarme. He recurrido a varios estilos musicales y al final lo que me funciona son las canciones con ritmos acelerados. Son canciones que normalmente no escucharía y ahí precisamente está la gracia, que creo que me estoy aficionando. Algunos ejemplos:


También algunas canciones que sí tenía en mi repertorio habitual:
Eminem - Toy soldiers (lo de Eminem me viene de la adolescencia, quería casarme con él y todo jaja)

Además tengo que ir cambiando y variando la lista porque cuando ya tengo muy oídas las canciones pierden efectividad para mí. No sé si os ha pasado. 

Yo siempre he funcionado con música para activarme por las mañanas, para motivarme, para estudiar, para llorar cuando estoy triste... es curioso cómo para correr ha marcado una diferencia, como no podía ser de otra forma, y me ha tocado indagar un poquito más y enriquecerme.



Escuchando las listas de reproducción de otros corredores famosos, por ejemplo la de Valentí Sanjuan no me sirven en absoluto, son canciones agradables pero es que me duermo escuchándolas.

¿Vosotros escucháis música corriendo?¿Qué canciones o estilo os funciona mejor?

¡¡VAMOS!!